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Drenaje Linfático

Mejora con nuestras manos cualquier cuadro inflamatorio, edematoso y la retención de líquidos

 

Fisioterapeuta especializada con amplia experiencia en Drenaje Linfático.

El drenaje linfático manual es una técnica que se realiza con las manos a través de movimientos muy suaves, lentos y repetitivos que favorecen la circulación de la linfa, mejorando así cuadros edematosos, inflamaciones y retenciones de líquidos orgánicos. El sistema linfático colabora estrechamente con el sistema inmunológico, por lo que el drenaje linfático manual mejora de manera general el estado de salud y ejerce un papel muy beneficioso en el sistema nervioso, además de tratar específicamente distintas afecciones. Así el drenaje linfático manual es otra forma de reforzar el sistema inmunológico.

Se realiza sobre la piel un masaje de movimientos lentos, rítmicos, armónicos y muy suaves que, cuando se realizan siguiendo la corriente de los conductos linfáticos, estimula el drenaje de estos conductos linfáticos, limpiando las zonas congestionadas. Cada caso, así como cada paciente, requiere cuidados y manipulaciones específicas.

Utilizamos la técnica de drenaje linfático para el tratamiento de:

  • Edemas

  • Linfedemas

  • Flevoedemas

  • Piernas cansadas

  • Varices

  • Post-operatorios

  • Trastornos de origen reumático

  • Piernas cansadas o hinchadas

  • Artrósis, artrítis

  • Hipertensión

  • Edema premenstrual

  • Por mal funcionamiento de la glándula tiroide

Tratamiento de Edemas con Drenaje Linfático Manual:

El edema es la acumulación de líquido. Los edemas se pueden producir tras cirugías terapéuticas de miembros o de abdomen o tras cirugías de estética, tales como, liposucción (abdomen, brazos…) o aumento/disminución de pecho.

 

Otros edemas, se pueden producir durante y después del embarazo, donde se produce una importante retención de líquidos lo que aumenta el volumen de pierna y muslo. En ocasiones, estos edemas pueden persistir tras dar a luz, por ello, es aconsejable el drenaje.

 

Por otro lado, aquellas personas que tienen un déficit circulatorio venoso, también pueden tener edemas, los llamados, fleboedemas. Y por último, los linfedemas, que se producen por una insufiencia de los propios vasos y ganglios, ya sea por un déficit valvular o por una disminución del número de ganglios – común tras un proceso cancerígeno -. En ambos casos, la realización de drenaje linfático es primordial para evitar secuelas.

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